Tradiciones populares
Cuenta la Semana Santa de Villafranca con varias y antiguas manifestaciones que se han ido manteniendo a lo largo del tiempo marcando la esencia de una fiesta; son tradiciones abiertas para que todos los Villafranquinos y visitantes puedan disfrutar del sentir y de la cultura de un pueblo.
Se mencionan a continuación algunas de las más singulares.
La Semana Santa en Villafranca, a la hora de hablar de tradiciones, no comienza el Domingo de Ramos sino el domingo anterior cuando la tradición obliga a festejar el día de San Lázaro. Esta celebración consiste en realizar una comida en el campo con familiares, amigos e invitados para la ocasión. El menú puede ser muy variopinto pero el postre obligatorio siempre son “las torrijas“.
Siguiendo con la gastronomía el símbolo de la Semana Santa en Villafranca es “la Limonada”, no debe confundirse con la sangría. Todos los peregrinos y turistas que han tenido la suerte de degustar la limonada Villafranquina destacan su gran calidad.
La costumbre de tomarse unos vinos se sustituye en estas fechas por la limonada, ofreciendo cada establecimiento su propia variedad, así como en Viernes Santo después del Encuentrose toman las “Lamparillas”. (Orujo de hierbas)
Otra tradición gastronómica es la comida de Viernes Santo. Este día en todos los hogares Villafranquinos y en sus restaurantes se ofrece el típico bacalao cocido aliñado con aceite de oliva y pimentón con huevos cocidos, pulpo, empanada de bonito…respetando así la vigilia en una fecha tan señalada.
El chocolate con churros se ha institucionalizado el Viernes Santo después de la procesión del Encuentro. La mayor parte de los establecimientos de Villafranca ofrecen este desayuno tan común para los españoles.
El Domingo de Ramos se caracteriza por dos tradiciones muy arraigadas, una de carácter popular y otra relacionada con la bendición de las palmas. En este caso deberíamos hablar de ramos ya que la costumbre marca el hecho de portar ramos en vez de palmas. Los ramos están formados por laurel adornado con romero y olivo. Ese día desde horas tempranas se realiza el cortado de estas ramas para elaborar el ramo. Todas las familias portan uno como mínimo, con ellos se trasladan a la iglesia de Santiago para su bendición por parte del sacerdote. En cada iglesia se dejan varias ramas para que los turistas o peregrinos o las personas que no hayan podido obtenerlos los consigan de forma totalmente gratuita y que se integren si así lo desean en la tradición.
Uno de esos ramos ya bendecido se coloca en cada casa con el fin de conseguir protección y ahuyentar el mal.
Esta tradición es muy significativa de la mezcla de lo religioso con lo profano.
La otra tradición a la que se hacía referencia es la de estrenar ropa en un día tan señalado como el Domingo de Ramos con el refrán de “quien no estrena en Domingo de Ramos no tiene ni pies ni manos”.
Es en este mismo día cuando se empieza a degustar la limonada que junto con la ropa nueva simbolizan el comienzo del periodo festivo.
Adelantándonos hasta el Viernes, el día comienza con la música de un clarín y un bombo recorriendo las calles de la villa despertando al pueblo de Villafranca y a sus visitantes para anunciarles un día tan especial. En las procesiones desde el Jueves Santo hasta el Domingo de resurrección, escuchamos el matraqueo de la carraca (matraco o carraco) tocada de forma manual, como sustituto de las campanas, que no se tocan ni voltean en ese intervalo de tiempo. Este instrumento de percusión se encuentra situado en el campanario de la Colegiata de Santa María para este fin, y su sonido constituye un momento inolvidable para todo aquel que ha conocido y disfrutado de la Semana Santa de Villafranca.
Procesiones a destacar por su originalidad y amplia participación.
Existen dos procesiones que destacan por su gran valor en la Semana Santa de Villafranca como son la del Encuentro y la del Entierro.
Es obligatorio mencionar que varias de las singularidades de estas procesiones con respecto a otras de la zona se traducen en un número muy alto de participantes y al mismo tiempo de visitantes.
Resaltamos la amplia participación de niños y niñas desde muy corta edad en ambas procesiones.
En la del Encuentro, los niños y niñas de la Orden Franciscana Seglar, procesionan vestidos con túnica negra y corona de espinas portando una pequeña cruz de madera junto a la talla de Jesús Nazareno.
En la procesión del Entierro cada cual participa con su cofradía. El número de cofrades infantiles es elevado, sobre todo en la cofradía de Ntra. Sra. de Las Angustias y Caballeros de Santiago y en la de Sta. Mª Magdalena. Los de la Orden Franciscana Seglar procesionan con los doce símbolos de la Pasión.
La implicación en la Semana Santa de los niños/as es muy representativa.
